domingo, 21 de diciembre de 2014

Fragmento de "Confesiones de un diario"

Debí suponerlo, debí suponer que los hombres como él nunca cambian. Que aunque ese carácter zalamero y mujeriego me excite, debí suponer que aunque fuera esa persona especial que jamás encontró, también sería una más en el terreno del respeto y la infidelidad.
Siempre debes esperarte de un hombre cualquier cosa, cualquiera, incluso esa, porque por mucho que te quiera, por mucho que te ame, incluso si llega a no concebir la vida sin ti, un hombre puede llegar a serte infiel, aunque no te lo esperes, aunque no se lo proponga, pues a veces, necesitan besar otros labios, saborear otra boca e intercambiar su saliva con una distinta a la tuya para sentir el vuelco en su corazón que les hace ver quién realmente es su hembra. El vuelco definitivo para nombrar la hembra definitiva. Claro que quieren y aman, sólo que a su manera, si bien puede no servir esa forma peculiar y suya de querer y amar.

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